miércoles, julio 04, 2007

La nueva garrulada de moda

Garruladas juveniles en el mundo hay muchas: coches con alerones más grandes que el propio coche, pelos cortados como si fueran ceniceros, conductores yendo en el coche sin camiseta (pero con gorra, ¿eh?) o en camiseta interior, de todo. Pero bueno, allá cada cuál con sus gustos mientras no me molesten a mí. Tienen todo su derecho a ser unos garrulos, cómo no.

Pero la última, y bastante molesta, es una que se está convirtiendo en habitual y que me va a acabar por costar un disgusto (un disgusto, porque ya he estado a punto de liarme 2 veces por este tema aunque al final me contuve).

Estoy hablando de la estúpida moda de escuchar música en el móvil a través del altavoz (sin auriculares). Es decir, vas andando por la calle y te cruzas a un jovencito que lleva el móvil en la mano, y música puesta, a toda castaña. Es la versión "andando-como-san-fernando" de cuando se suben en el coche y llevan la música a volúmenes absurdos.

Realmente cruzarme a uno de estos garrulos por la calle no me resulta especialmente molesto, el problema es cuando te los encuentras en el metro y tienes que "compartir" 20 ó 30 minutos de tu vida con un maleducado escuchando "música" (lo pongo entre comillas porque ni el Regetton ni lo que se oye en las discotecas entra, para mí, dentro de esa definición) a todo volumen. No es ya que acabes con la cabeza como un bombo, es que estás viendo las caras de quienes están a tu lado, y están todos igual, pensando "Joder, con el niñato maleducado de los ****nes este, a ver si llega ya su parada y se larga, y deja de molestar".

Pero no, nunca llega su parada, y tampoco interpreta muy bien las caras de asco que le pone la gente, que en el metro lo que pretende es sentarse y relajarse hasta llegar a sus casas, o ponerse sus auriculares y escuchar SU música sin molestar a los demás. Y pumba y pumba y pumba y venga a toda castaña, y todos allí sentados alrededor de él con la cabeza como un tambor...

Por lo visto sólo las garruladas se ponen de moda, y son el caldo para los sujetos más maleducados de nuestro entorno. Si se pusieran los auriculares, y oyeran sus cosas sin molestar a los demás, perfecto. Pero no, ellos tienen que IMPONER a los demás lo que tienen que escuchar.

Ya me ha pasado 5 ó 6 veces, la próxima irán el niño y el móvil ATPC. Amablemente, sí, con educación, pero ATPC.