jueves, diciembre 09, 2004

Sinclair Spectrum y MagazineZX

Recuerdo una tarde de viernes de hace casi 16 años (hablamos de 1987) que cambió mi futuro (o tal vez debería decir mi presente). Ese día mis padres me habían dicho que tenían que ir a comprar una cosa y que al salir del colegio fuera a comer a casa de mis abuelos maternos. A eso de las 7 de la tarde mis padres aparecieron en casa de mis abuelos con un regalo para mí: un microordenador Sinclair Spectrum +2A de segunda mano junto a montones de cassettes de juegos originales y revistas Microhobby.




El regalo me pilló por sorpresa, porque aunque yo ya llevaba uno meses pidiéndoles a mis padres que me compraran un ordenador, por aquel entonces la economía de una familia no estaba para gastar cerca de 40.000 pesetas en el regalo de un niño. Cierto es que al comprarlo de segunda mano (faltaban unos pocos años para que las consolas empezaran a arrasar las consolas) les debió de salir mucho más barato, pero creedme si os aseguro que por aquel entonces gastarse 30 ó 40.000 pesetas era un desembolso enorme para muchas familias (perfectamente podía ser en aquel entonces la mitad del sueldo mensual de un trabajador). La justificación del desembolso era que el ordenador era un premio por el pasado y futuro por mis notas (que fueron inmaculadas precisamente hasta que me regalaron el ordenador xD).

Los primeros meses me dediqué a jugar con mi recién adquirido ordenador: aprovechando la gran cantidad de cintas (sí, el Spectrum era un ordenador de cinta de cassette) de juegos que el vendedor había incluído en el lote. Manic Miner, Target Renegade, La Abadía del Crimen, Profanation, Tetris ... horas y horas de juego en un ordenador mítico y con un "feeling" especial. Al mismo tiempo que jugaba hojeaba una y otra vez las casi 100 revistas Microhobby que incluía el "regalo". Inicialmente me centraba sólo en los artículos sobre juegos, mapas, análisis, trucos y noticias, pero dentro de mí empezó a crecer curiosidad sobre cómo funcionaba internamente mi pequeño cacharro negro y qué había que hacer para crear juegos como aquellos que me estaban dando tantas horas de diversión.

Descubrí entonces por qué Microhobby era una de las mejores revistas que se han editado en España. Si la mirabas desde el punto de vista del jugón, era una mina de mapas, fotos y análisis dejuegos, pero si lo que te atraía era el hardware, o la programación, la revista no se quedaba atrás. En resumen, Microhobby era una revista con un valor incalculable, y gracias a ella empecé a programar en mi Spectrum. El manual del Spectrum y libros sacados de la Biblioteca completaron mi formación inicial de BASIC, que me permitió realizar mis primeros programas. En resumen: pasé de jugar con el Spectrum a programar en él (en realidad, tampoco es que dejara de jugar :-). De repente, cambió mi orientación profesional: si hasta ese momento yo quería ser periodista o médico (a elegir :), de repente mi vocación quedo patente: quiero trabajar en algo relacionado con los ordenadores. No estudié Ing. Informática sino Telecomunicaciones, pero a lo tonto a lo tonto he acabado trabajando de Administrador de Sistemas.

¿A dónde quiero llegar con toda esta historia? Veréis, en este comentario no pretendo hablaros de las virtudes y bondades de este maravilloso ordenador que es el Sinclair Spectrum. Ese tema me lo reservo para más adelante, cuando tenga tiempo para redactar un comentario que le haga justicia. A donde quiero llegar es a la importancia que tuvo una revista como Microhobby (junto al hecho de tener un Spectrum) en mi formación, hasta el punto en que me cambió toda la vida, al reorientar mi formación a partir de ese instante. Tras las ideas "inculcadas" por Microhobby (que ahora tenemos online en Microhobby.org), llegó el ensamblador de Z80, luego el salto al PC, el Pascal, el C, el C++, el ASM32, etc. etc.

Como tributo a esa increíble revista que es Microhobby, hace ya cerca de 2 años nos reunimos unos amiguetes del canal #spectrum de irc.speccy.org y comenzamos a fraguar la idea de crear una revista similar a Microhobby (salvando las diferencias) en formato online (vía web), y que tuviera secciones de análisis de juegos, de programación, de hardware, de opinión, etc. El resultado de todos nuestros desvaríos fue MagazineZX, una revista que tiene (creemos) parte del feeling que tenía Microhobby.



Mi idea esta semana era comentaros la existencia de MagazineZX, con las geniales portadas de Juanje (dev) al más puro estilo Ponce (con la firma del autor escondida en el dibujo, si es que puedes encontrarla :-), y unos contenidos que pasan por un obligado filtro en cuanto a nivel de calidad. Pero para que podáis valorar MagazineZX era necesario que os contara mi historia informática con el Spectrum y Microhobby, para que os dieráis cuenta de lo difícil que es igualar a una revista como aquella a la que queremos rendir tributo.

Espero vuestros comentarios y críticas sobre nuestra pequeña publicación.

http://www.speccy.org/magazinezx/

Un saludo.

4 comentarios:

Siew dijo...

A mi me parece una revista cojonuda! ;)

Miguel dijo...

Bueno, realmente a tí te regalaron un Amstrad, los verdaderos usuarios de Sinclair éramos desde el gomas hasta el 128k con tecladito :D

A mi no me costó en exceso sacarle a mi abuelo el gomas, nada más llegar a España, costaba 52.000.- Pts de la época, y disfruté con él muchísimo y le saqué bastante provecho.

Y Magazine ZX ¿que voy a decir de ella? tengo el placer de colaborar en su elaboración, y si a Siew le parece cojonuda, a mi tres veces más [/commy]

falvarez dijo...

Miguel, me asaltan las dudas. ¿Para ser verdadero usuario de Sinclair es necesario tirar todos tus Spectrum y juegos a la basura metidos en un macuto del Ejército? Si la respuesta es positiva, entonces yo no entro en ese grupo, todavía conservo en perfecto estado mi Spectrum +, comprado en el mes de Junio de 1985.

Y venga, dejaos de chácharas y todo el mundo a escribir artículos para la revista, que estamos casi a fin de mes y no tengo material para revisar y maquetar. [/mode negrero]

Miguel dijo...

Falvarez, la respuesta es NO. Haciendo lo que comentas solo se llega, al cabo del tiempo, a la conclusión y al convencimiento propio de que uno es un gilipollas.

Y sí, ahora me pongo a escribir [Nota Mental: Iluso.]