Ya hace tiempo hablé en este blog acerca de la prohibición de hacer fotos en el Museo del Prado (no fotos con flash, no, sino ningún tipo de foto). En ese momento pensaba que estaba comentando un hecho aislado, pero desde esa fecha hasta hoy he comenzado a darme cuenta de que algo raro está pasando, y nadie está haciendo nada por evitarlo.
Paradójicamente, conforme nuestra sociedad avanza, estamos convirtiendo al individuo en un ser cada vez menos libre. De detrás de cada esquina surgen prohibiciones de todo tipo, algunas podría decirse que tratan de ser positivas, otras son cuestionables y otras son ridículamente absurdas.
Por ejemplo, "prohibido fumar". Me parece mal, de buenas a primeras, prohibirle a alguien hacer algo consigo mismo (fumar en este caso), pero bueno, esa prohibición busca algo positivo incluso para el fumador (darle algunos minutos más de salud a sus pulmones), y aún se podría intentar entender una motivación aceptable para "prohibir"...
Pero veamos directamente prohibiciones cada vez más absurdas:
"Prohibido circular en bicicleta, patines o monopatín por la acera, debiendo hacerlo por los carriles bici, y si no los hay, por la calzada". Como lo leéis, esto lo acaban de prohibir en Valencia, bajo sanciones de 500 EUR (sí, 83.000 Ptas).
A ver, o sea, nos repiten hasta la saciedad que hay que usar medios de transporte alternativos, que no hay que contaminar, que hay que hacer deporte ... y luego si quieres ir con la bici y con tu hijo de 10 años a dar un paseo, te tienes que meter a la carretera con la bici a esquivar coches. ¿Se puede ser más (perdonadme la expresión) idiota de remate para prohibir la circulación por la acera, como toda la vida se ha hecho? ¿Que quien use la acera debe ir con cuidado y ceder el paso a peatones? Pues claro. Pero ... ¿prohibirlo?
Y eso que las bicicletas aún tienen algún que otro carril bici (yo una vez ví uno en la tele...), pero ... ¿y los monopatines? ¿Y los patines? ¿Metemos a los peatones con patines a esquivar coches? Porque... ya me diréis dónde hay lugares donde hacer uso de ellos.
Pero sigamos. Prohibido pasear mascotas por las playas de Valencia bajo sanción. Espera, a ver. ¿Quién le ha dado la propiedad de una parte de la naturaleza, como es la playa, al cenutrio que ha decidido que yo no puedo llevar a mi perro a dar un paseo? Que sí, que hay dueños cerdos que no recogen las cacas de sus animales ... entonces ... ¡multadles!
Hombre, supongo que es más fácil prohibir y así no tener que preocuparse de corregir la conducta incorrecta. Multamos a 3 ó 4 dueños de perros (aunque el culo de su perro esté más limpio que la casa del que se le ocurrió esa prohibición), y arreglado. Y pagarán justos o pecadores. O mejor, que paguen todos.
Y digo yo, ¿acaso no es la Tierra de todos? ¿No es la playa tan mía como del imbécil que ha decidido que no puedo llevar allí a mi mascota? ¿Por qué se ha apropiado alguien de la playa y tiene el derecho de decidir sobre ella? ¿Dónde han quedado los paseos de los dueños de mascotas en bici hasta la playa para soltar al animal y que corra? Claro, que ahora como tampoco se puede usar la bici ... está todo perfectamente pensado, oiga usted.
Sigamos para bingo. Prohibido fotografiar en la calle (pero no a personas, no, a nada, ni edificios, ni cosas)... En España no hay muchos problemas al respecto (por ahora), pero probad a hacerlo fuera... cada vez se está extendiendo más el tema y cada vez podemos hacer menos fotos.
Podría seguir con más y más prohibiciones, pero a donde quiero llegar es a lo siguiente:
¿Qué esperan con todas estas prohibiciones? ¿Acaso el objetivo es que nuestra vida se limite a levantarnos, trabajar, consumir, y volver a casa para esperar el siguiente día de trabajo? ¿Acabaremos teniendo prohibido, no sé, prestar libros, tararear música, o silbar por la calle? ¿Respirar? ¿Hablar en voz alta?
¿Por qué permitimos que se aprueben prohibiciones absurdas y no hacemos nada contra ellas? ¿A qué esperamos para exigir nuestra libertad?
Empiezo a estar harto de tanta imposición.
Prohibido prohibir.
1 comentario:
Yo veo claro el sentido a todas estas prohibiciones. Ante la bancarrota técnica de los ayuntamientos hay que sacar dinero de donde sea, de modo que la solución es fácil, castigar con multas las actividades normales de la sociedad, las que realiza todo el mundo constantemente (ir en bici por aceras, poner un cartel en el coche para venderlo, radares en zonas sin peligro, aparcamiento en zonas congestionadas, etc. etc). Recuerda que subir impuestos es impopular y contener el gasto es sólo para perdedores.
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